jueves, 26 de mayo de 2011

Novenario de Expiación. “Purificación del Corazón y Conversión de vida".


Circular 10/2011
Novenario de Expiación

Al Presbiterio, Comunidades Religiosas,
Colegios, Seminarios, Codal y Laicos en general.

Todavía en Pascua, les saludo con el sincero deseo de la gracia abundante del resucitado.
En la tradición bíblica, por virtud de la alianza, el pueblo de Dios está obligado a guardar las leyes e instituciones de la misma alianza.Toda trasgresión es una injusticia o un agravio que debe ser expiado. Expiar es ofrecer una reparación por el agravio cometido contra la divinidad para que ella lo perdone. El hombre reconoce su injusticia y ofrece rescate. Como medios de expiación se citan:Sacrificios por el pecado, limosnas, ayuno, paciencia en el sufrimiento. En el Antiguo Testamento, cada año, el día diez del séptimo mes, era el día de penitencia general para todo el pueblo de Israel; era día de la expiación. El pueblo tenía que guardar descanso sabático y ayunar desde la tarde del día nueve hasta la tarde del día diez. En el templo, entrando en la Sancta Sanctorum con ornamento sencillo, solo podía oficiar el sumo sacerdote, purificándose primero él y los suyos, luego purificando al pueblo; todo ello por la inmolación de corderos y novillos, rociando sangre por la cortina del pueblo, los altares y el atrio, y quemando incienso, finalmente ponía las manos sobre la cabeza de un macho cabrío, descargando sobre él los pecados y lo expulsaba al desierto, símbolo de la morada de los demonios, devolviéndoles los pecados del pueblo.

En Hebreos 2, 17; 10, 12-14 Jesús es el Sumo Sacerdote que puede expiar los pecados de pueblo“Jesús no vino para hacerse cargo de los ángeles, sino de la raza de Abraham. Por eso, tuvo que hacerse semejante en todo a sus hermanos, y llego a ser el sumo sacerdote lleno de comprensión, pero también fiel en el servicio de Dios que les consigue el perdón…Habiendo ofrecido un solo sacrificio en la expiación de los pecados… Con una sola oblación ha llevado para siempre a la perfección en la gloria a los que ha santificado.”
Benedicto XVI en su libro Jesús de Nazaret II (p.14) Ilustra: “En las prescripción culturales de todas las religiones los ritos de purificación tienen un papel importante: Dan al hombre una idea de la santidad de Dios y también de la propia oscuridad, de la cual ha de ser liberado para poder acercarse a Él. En el judaísmo observante de los tiempos de Jesús, el sistema de las purificaciones dominaba toda la vida… En Marcos 7, 14-23 vemos el cambio radical que Jesús a dado de pureza ante Dios: No son las practicas rituales lo que purifica. La pureza y la impureza tienen lugar en el corazón del hombre y dependen de su corazón.”

Nos asedian agudos y crecientes pecados sociales, de los cuales todos tenemos culpa, particularmente los agentes de Pastoral; olvido de Dios, pérdida del sentido moral, del pecado y del respeto a la dignidad de la persona, ideologías, inequidades, inseguridad, secuestros, ejecuciones, cementerios clandestinos, etc.

Apremiado por tanto deterioro social y por clamores del pueblo, de acuerdo con el Consejo Diocesano de Gobierno y de los decanos de la ciudad, conforme a nuestras tradiciones, convoco a todos en nuestra ciudad episcopal a un novenario de expiación con el lema:“PURIFICACION DEL CORAZON Y CONVERSIÓN DE VIDA”.Durante nueve viernes seguidos, conforme al programa ya establecido, convocando graduablemente a todos los sectores, de modo que el último viernes nos congreguemos todos en la explanada del santuario. En las parroquias foráneas, cada párroco promueva lo que este a su alcance.

Durango, Dgo. 23 de mayo del 2011

+ Héctor González Martínez
Arzobispo de Durango

José de la Luz Guerrero Haro
Secretario Canciller

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