miércoles, 30 de marzo de 2011

Agua para nuestra sed - Homilía, Tercer Domingo de Cuaresma


Agua para nuestra sed
“El pueblo sufría de sed por falta de agua… Moisés pidió ayuda al Señor… El Señor dijo a Moisés, toma el bastón de mando… yo estaré delante de ti, sobre la roca en el Oreb; golpearás la roca, saldrá agua y el pueblo beberá”. El pueblo siente la fatiga del desierto y murmura; Dios interviene y se demuestra fuerza, defensa y sostén de Israel. S. Pablo hace una relectura de este episodio, enseñándonos a mirar más allá de las necesidades materiales: para S. Pablo la roca es Cristo y ya al tiempo del Éxodo los que esperaban su venida en la historia atisbaban a Él. Un segundo simbolismo está en el hecho que el agua que sale de la roca-Cristo es precisamente el agua bautismal, que nos quita la sed o sea que nos justifica con el Espíritu Santo.

Hoy, el texto del Evangelio en el episodio de la samaritana, es un ensayo de educación en la fe. Se puede recibir agua que salta hasta la vida eterna a través del encuentro con Cristo; no de otra manera, si se rehúye el encuentro con Cristo. Por ello qué importante es disponernos a través de esta Cuaresma, como una reviviscencia del catecumenado cristiano y que estamos planteando como Iniciación Cristiana para todos los que se bauticen en adelante o que ya estamos bautizados. El coloquio de Jesús con la samaritana es un encuentro pedagógico para nosotros: Jesús la conduce poco a poco a una revisión de vida que tiene su punto fuerte en la profundad de la conciencia; sólo quién está consciente del propio pecado siente la necesidad de la salvación, reconoce a Jesús como Mesías y podrá ser un verdadero adorador de Dios.

Vivir cristianamente es asimilar progresivamente la experiencia de Cristo: esto es, caminar en fidelidad a Dios para alcanzar la meta de la transfiguración gloriosa meditada hace ocho días. Este itinerario es posible bajo la condición de escuchar la Palabra de Dios, enraizarse en ella y aceptar las exigencias. La liturgia de Cuaresma hace revivir al cristiano en el misterio de las grandes etapas por las cuales los catecúmenos de antes y de ahora, eran ayudados antes y son ayudados ahora a descubrir las exigencias profundas de la conversión a Cristo, por los signos del agua, de la luz, y de la vida.
Para el hombre sediento de valores, la liturgia de hoy con el símbolo del agua, simboliza el encuentro de dos interlocutores, el hombre y Dios. El agua en el episodio de la samaritana es símbolo que compendia y expresa la llamada de Dios y la respuesta del hombre. La existencia humana revela aspiraciones limitadas: búsqueda de la verdad, sed de justicia, de libertad, de comunión, de paz y de amor.
Son deseos frecuentemente insatisfechos. La aspiración de totalidad, recibe respuestas sólo en pequeños fragmentos; pequeños sorbos que dejan insatisfecha la sed de todas esas aspiraciones. En lo profundo del ser humano el hombre aspira a más, hacia un absoluto capaz de aquietar la sed de modo definitivo.
El episodio de la samaritana nos responde que la clave es el encuentro con Cristo. Dios mismo es la fuente del agua viva; alejarse de Él y de su ley es la peor sequedad. La Iniciación Cristiana que estamos preparando, ayudará a saciar la sed. 


+ Héctor González Martínez 

Arzobispo de Durango

miércoles, 23 de marzo de 2011

Celebración de la Solemnidad de la Encarnación del Señor, y Día Internacional de la Vida.



La Arquidiócesis de Durango, celebrará la Solemnidad de la Encarnación del Señor, este próximo 25 de Marzo. La Iglesia local se alegra porque en ese momento sublime, Dios entra directamente en nuestra historia y comienza a habitar entre nosotros.
Al respecto, el Señor Arzobispo Don Héctor González Martínez, manifiesta en que ya de por sí, es una fiesta de máxima importancia, a la cual hay que dar su realce celebrativo propio, litúrgico y popular. Pero que también en ese día, muchas instancias, nacionales e internacionales, civiles y eclesiásticas, celebran el "día de la vida del niño no nacido" o, también "Día de la vida del niño por nacer".
Manifestó nuestro arzobispo, que en nuestra Arquidiócesis, se ha celebrado por dos años consecutivos. En este año también las Comisiones episcopales de Familia y de Bioética, organizan diversas actividades para no omitir este importante aspecto de la festividad y, dadas las difíciles circunstancias que vivimos, ampliando incluso su sentido, para pedir que la vida en general sea valorada y respetada.
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domingo, 20 de marzo de 2011

El riesgo de la fe - Homilía, Segundo Domingo de Cuaresma


El riesgo de la fe
El Señor dijo a Abrám: sal de tu tierra, de tu patria y de la casa de tu padre, hacia el país que yo te indicaré. Te haré padre de un gran pueblo y te bendeciré… Abrám partió como se lo había dicho el Señor”.
Se trata de la vocación de Abraham, pues también después de la alianza con Noé, la humanidad se alejaba de Dios, (como en el ejemplo de la torre de Babel). Dios entonces se reivindica del hombre y escoge a Abrám, pero le exige el riesgo de la fe, prometiéndole una descendencia numerosa, abundantes bendiciones y que por él serán benditas todas las naciones.
Abraham hace este acto de fe, se confía plenamente a Dios, emigró de su hábitat conocido y confortable, y parte hacia lo desconocido. La historia de la salvación queda ligada a Abraham, como padre en la fe., historia de fidelidad que quedará ligada por las dos partes: fidelidad de Dios y fidelidad de Abraham.
Cada quien lleva en su corazón aspiraciones, proyectos, e ideales a veces confusos. Para poder proseguirlos y realizarlos se requiere cierta claridad, signos que indiquen la dirección, algún rayo de luz que aclare lo que se entrevé en penumbra u oscuridad.
La vida es un camino hacia metas, proyectos e ideales. También la Cuaresma es un itinerario hacia la Pascua, vértice del año litúrgico y meta última de nuestra existencia. El camino es largo y lento; Dios nos parece lejano o ausente. El silencio de Dios puede provocar desvario o desconcierto. La vida cristiana avanza envuelta en tentaciones y en esperanzas. Y cuantos hombres por causa y culpa propias padecen y sufren el oscurecimiento de Dios. Esto parece ser el mayor drama de nuestros tiempos. Hasta los resultados del censo mexicano del año pasado lo remarcan.
Pero S. Mateo en su lectura de hoy marca un sendero: “Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a Juan y los condujo a un alto monte…y se transfiguró ante ellos… y mientras Pedro hablaba… una nube luminosa los envolvió y se escuchó una voz diciendo: este es mi Hijo predilecto en quien me complazco, escúchenlo”.
La Transfiguración acompaña las exigencias de Cristo. En nuestro tiempo predicamos mucho de discípulos y de discipulado. El discípulo debe arriesgar la propia vida por el maestro. La fuerza del discípulo está en escuchar a Cristo. El hecho de la transfiguración asegura al discípulo que Cristo es Hijo de Dios, aunque muchos lo duden o lo nieguen. Escuchar a Cristo es obedecer al Padre y caminar en la fe.
En la transfiguración la Iglesia entrevé en Cristo, el sentido y la orientación del propio éxodo: la gloria de la resurrección, inseparablemente unida al escándalo de la cruz. Quien ha elegido a Dios y se confía en Él sabe que su vida tendrá un éxito positivo, aunque la transfiguración es un punto crítico en la vida de Jesús y de nosotros sus discípulos; porque lleva consigo el bautismo del Jordán y el Bautismo de la cruz.
A pesar del bautismo, cuantos hombres por causa y culpa propias padecen el riesgo de la fe y sufren el oscurecimiento de Dios.

+ Héctor González Martínez 
Arzobispo de Durango


jueves, 17 de marzo de 2011

El sentido de los 40 días - Camino Cuaresmal


El sentido de los 40 días

La palabra Cuaresma significa, sencillamente, 40 días. El prefacio del domingo I recuerda que surgió por el deseo de imitar el retiro de Jesús en el desierto, al inicio de su vida pública: Jesús, al abstenerse durante cuarenta días de tomar alimento, inauguró la práctica de nuestra penitencia cuaresmal. Pero, ¿por qué Jesús se retiró durante ese preciso periodo de tiempo? Debemos recordar que la Biblia hace un uso abundante del simbolismo de los números, que hay que saber interpretar para comprender su mensaje. En concreto, el número 40 aparece más de cien veces, pero pocas con un significado matemático. Al ser aproximadamente lo que podía vivir una persona normal en la antigüedad, se convirtió en la imagen de una generación, de una vida, de un tiempo suficientemente largo para realizar algo importante.
En los otros textos sucede algo similar. Cuando Dios envió el diluvio, “estuvo lloviendo sobre la tierra 40 días y 40 noches” (Gn 7,12). Isaac se casó con Rebeca a los 40 años de edad (cfr. Gn 25,20). También su hijo Esaú (Gn 26,34). Moisés guió a su pueblo durante 40 años por el desierto (Dt 29,4) y pasó 40 días orando en la cima del Sinaí (cr. Ex 24,18). El mismo tiempo que tardaron los enviados de Moisés en explorar la tierra de Canaán (cfr. Nm 13,25). David reinó 40 años (cfr. 1Re 2,11). El profeta Elías anduvo durante 40 días por el desierto, hasta el Horeb, donde se encontró con Dios (cfr. 1Re 19,8). Jonás anunció que Nínive sería destruida a los 40 días (cr. Jon 3,4). Después de sus desgracias, Job vivió 40 años de bendición (cr. Job 42,16). María presentó a Jesús en el Templo a los 40 días de su nacimiento (cfr. Lc 2,22), tal como mandaba la Ley (cfr. Lv 12). Como ya se dijo, Jesús pasó 40 días de retiro en el desierto (cfr. Mt 4,2) y, después de la Resurrección, se apareció durante 40 días (cfr. Hch 1,3). Así pues, un conjunto de 40 (días o años) es el tiempo necesario, completo, oportuno, para hacer algo importante. La Cuaresma supone el tiempo de gracia que la Iglesia nos ofrece para nuestra salvación. Y se nos ofrecen, también, los medios para alcanzarla.

martes, 15 de marzo de 2011

Himno/Canto Pascua Juvenil 2011 - Fuertes y Valientes


Presentamos el vídeo, y la Letra con tonos, del Himno/Canto Pascua Juvenil 2011 "Fuertes y Valientes".



E-B7-A-B7 (2)


Naranaranaranaranana……… (2)


E                        B7                                         A                      E
Hoy en día, existen muchos dioses para la juventud


B7                              A                                       E
El celular, la moda, el internet, las drogas, el dinero y el alcohol


B7                                               A                            E
La realidad, carencias,  e injusticias, nos hacen perder la fe


B7                                         A                          B7
Nada malo viene de nuestro Dios, podemos creer en el





E                                        B7                                A                              B7
Porque fuimos elegidos, llamados uno a uno, de entre la multitud


E                                       B7                      A                           B7
Y saber que seguir al maestro, es caminar hacia la cruz

E                                    B7         A                                             B7  (E)
¡Cristo, Cristo Vive! ¡Reafirma Tu Fe y Evangeliza! (2)




Somos jóvenes, fuertes y valientes, es hora de trabajar
En el hogar, la escuela y el trabajo, testimonio hemos de dar
Ni la duda, cansancio o tristeza nos van a derrumbar
Podemos caer más nunca ser vencidos, Jesucristo nos sostendrá




Porque Fuimos…
¡Cristo, Cristo Vive!… (2)


(Solo Guitarra Eléctrica)
Hay que arraigar nuestra vida en Jesús y con el evangelizar
Sobre roca, sobre piedra angular nos vamos a edificar
¡Cristo, Cristo Vive! ¡Reafirma Tu Fe y Evangeliza!
¡Cristo, Cristo Vive! ¡Reafirma Tu Fe!



A                         B7        G#m          C#m
Quiero decirte que no hay que temer,
A                                                B7
tu eres a quien yo he llamado
Cree y confía todo estará bien,
si te quedas a mi lado (y evangeliza)
Porque fuimos elegidos…
¡Cristo, Cristo Vive!… (2)… y evangeliza

domingo, 13 de marzo de 2011

Adoraras al Señor tu Dios - Homilía, Primer Domingo de Cuaresma.


Adorarás al Señor tu Dios

Leemos en el Génesis: “el Señor Dios formó al hombre con polvo de la tierra y sopló en sus narices un aliento de vida y el hombre se volvió un ser viviente… Luego el Señor plantó un jardín al oriente del Edén, e hizo germinar toda clase de árboles… entre ellos el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal, etc.” En este texto el autor sagrado afronta los problemas más graves de la humanidad: el diseño de Dios sobre el hombre, de donde viene el mal que arrolla a la humanidad.
Ante todo, tengamos claro que Dios creó al hombre para vivir con él en un diálogo de amor; pero lo ha querido también como realizador responsable de su destino. Sólo una cosa limitaba su responsabilidad: decidir lo que es bueno y lo que es malo; pues a Dios toca fijar la moral del hombre. Pero el hombre quiso ser independiente de Dios y determinar por experiencia propia lo que es bueno y lo que es malo. Y no tardamos en ver o sufrir las consecuencias, frente al ejemplo victorioso de Cristo. Todos tenemos experiencia de una existencia tentada. Pero, Mateo en el Evangelio de este primer domingo del ciclo cuaresmal, celebra el encuentro victorioso de Cristo.
El episodio es desconcertante por cierta piedad que lee la tentación como un desorden que se aplica a la vida terrena de Jesús. No se trata de una narración de estilo edificante, sino de una narración-clave que presenta la condición plenamente humana en la cual Jesús vive su relación con el Padre.
Entendamos bien, que se tienen aquí los primeros avisos de una prueba que atravesará toda la vida de Jesús hasta el momento culminante de la cruz. Entre el bautismo del Jordán y el bautismo de la cruz se abre y se descubre un camino de prueba y de progresiva fidelidad a la vocación recibida.
La triple insinuación diabólica: “si eres Hijo de Dios” contrasta con la declaración de Cristo: “retírate Satanás; está escrito, adorarás al Señor tu Dios y a Él solo adorarás”. La tentación pues, va a la raíz de la condición filial de Cristo y del cristiano. Si en la tentación Cristo hubiese eludido la pobreza de la condición humana y hubiese recorrido la vereda del éxito fácil, no habría sido auténticamente hombre ni Hijo de Dios. En el fondo, esta es la tentación de todo hombre, el cristiano debe contar con una realidad semejante que resulta ser un banco de prueba de su fe y de su existencia filial.
Y viviendo una vez más el catecumenado cuaresmal S. Mateo nos advierte: no practiques obras buenas para ser admirado por los hombres; no anuncies tus limosnas con trompeta; no hagas oración hipócritamente solo por cumplir; cuando ayunes no hagas cara triste: todo puede ser un impulso a hacer la justicia sólo para ser vistos por los hombres. Recomenzando pues la Cuaresma, debemos plantearnos cuestiones de más fondo: solo el Padre Celestial sepa el bien que haces; pero no basta volverse solo cumpliendo un rito penitencial; regresar a Dios de todo corazón, con sinceridad y desde lo profundo, el hombre regrese a Dios; se trata de recuperar nuestra condición de hijo de Dios.
Con sinceridad y desde lo profundo regresemos a Dios; se trata de recuperar nuestra condición de hijos de Dios.

+ Héctor González Martínez

Arzobispo de Durango
 

miércoles, 9 de marzo de 2011

Homilía de Mons. Héctor González Martínez en la celebracion de Miercoles de Ceniza e inicio de la Cuaresma


Miércoles de ceniza; 9 de marzo del 2011
El ayuno que salva

“Así dice el Señor: regresen a mí de todo corazón, con ayunos, llantos y lamentos…regresen al Señor Dios vuestro Dios”. La calamidad de invasión de plagas en tiempo del profeta Joél, presagia que el día de Yahvé esta cerca y le da ocasión de exhortar al pueblo a la conversión. Pero, no basta prepararse con un rito penitencial; es necesario que todo el hombre, desde lo profundo de su ser, se dirija a Dios. Confiando en su misericordia, el pecador puede estar cierto del perdón; pero de por si el no podría presentar algún título. La plegaria presentada por los Sacerdotes solo apela al vínculo con que el mismo Señor ha querido ligarse con su pueblo. Para que todas las naciones puedan reconocer al único Dios verdadero, Él no puede dejar perecer su elegido.
S. Pablo amonesta a los corintios: “les suplicamos en nombre de Cristo: déjense reconciliar con Cristo. A Aquel que no conoció el pecado, Dios los trató como pecado en nuestro favor, para que podamos volvernos justicia de Dios”. S. Pablo presenta el ministerio eclesial como sacramento de la reconciliación de los pecadores. La predicación es exhortación y súplica para acoger en nuestra propia vida el don divino de la reconciliación. Pero no es solo palabra acerca de la reconciliación; en esa palabra resuena y es sacramento presente la palabra fuerza divina reconciliadora. Y junto a Dios verdadero sujeto de la reconciliación y junto a la palabra de la Iglesia, signo sacramental, se coloca Cristo como Mediador de la justificación de los pecadores: en su muerte, sacrificio expiatorio ejerce su función medianera de salvación.
En el Evangelio, S. Mateo dice: “no practiquen sus obras buenas para ser admirados de los hombres”. No anuncies tus limosnas con trompeta, cuando hagas oración no lo hagas hipócritamente de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas; cuando ayunen no pongan cara triste. El gusano de la vanidad, que empuja a la ostentación y a la hipocresía quita a la justicia cristiana su desinterés y la pureza que acerca a Dios. El ojo del hombre descompone todo lo que toca: es una insidia sutil y fatal; puede ser un impulso a hacer la justicia solo para ser vistos por los hombres. Así, se puede aparecer como comediantes hipócritas de la justicia, que repiten solo lo que hacen los limosneros, los rezadores y los ayunantes de escenarios teatrales o políticos, quienes en su ilimitada vanidad y ocultamente, no buscan la justicia sino sólo a sí mismos.
El consejo de Jesús a sus discípulos es: si es posible, solo el Padre celestial sepa el bien que haces. El castigo para los vanidosos sea que tendrán lo que han buscado pero solo para sí mismos. Estamos pues, iniciando el tiempo cuaresmal; tiempo propicio para convertirnos a Dios: “ahora es el tiempo favorable; he aquí que es tiempo de salvación.”; déjense reconciliar con Dios”.
Acordémonos, que antes se nos imponía la ceniza con estas palabras: “acuérdate que eres polvo y en polvo te convertirás”. Ahora la Iglesia ha mejorado las palabras de la imposición de la ceniza: “arrepiéntete y cree en el Evangelio”. Y estando en tiempo de misión, de creciente predicación de la Palabra de Dios; eso es lo que se nos pide: arrepiéntete, “cree mejor en Dios; cree en Cristo; cree en el Evangelio; porque Cristo, Palabra eterna del Padre, es el Evangelio viviente de Dios.
Iniciamos la Cuaresma imponiéndonos ceniza acompañada con estas palabras: arrepiéntete y cree en el Evangelio.

+ Héctor González Martínez
Arzobispo de Durango

martes, 1 de marzo de 2011

II Reunión de Consejo Diocesano de Pastoral Juvenil


Nuestro Arzobispo, Monseñor Héctor González Martínez, expreso su satisfacción al participar en la II Reunión de Consejo Diocesano de Pastoral Juvenil, el pasado sábado 26 de febrero. Contamos además con la participación de los jóvenes coordinadores de los decanatos San Juan Bautista, Cristo Rey, Santa Teresita del Niño Jesús, Nueva Vizcaya, Nuestra Sra. de Guadalupe, Santa María de los Llanos y Mártires Jesuitas; junto con la participación de los coordinadores y representantes de movimientos juveniles, del Equipo Diocesano y de nuestro Asesor el Padre Francisco Canales. La reunión tuvo lugar en el Centro Universitario Promedac en esta ciudad de Durango, abordando temas específicos y relevantes de acuerdo con la agenda de trabajo para este año.

En su mensaje, Mons. Héctor nos hace notar la necesidad urgente que la iglesia tiene sobre la juventud: “vemos que en el mundo el Cristianismo esta de bajada. Aquí mismo, en nuestra diócesis, la juventud está muy retirada de la fe y de la iglesia.” Ante esa realidad nos invita: “Fortalezcan, para ser un signo de vitalidad en nuestra iglesia. Que la diócesis tenga vitalidad juvenil, porque en esa vitalidad juvenil encontramos la Fe, empleada para evangelizar… Necesitamos una juventud desafiante, con grandes metas. Jóvenes comprometidos, jóvenes empeñosos, jóvenes que deseen enderezar el cristianismo. Necesitamos rejuvenecer el cristianismo.” También en su mensaje nos propone métodos y estrategias para lograr encontrar una juventud más firme, ante los jóvenes que ya son parte de grupos y comunidades juveniles: “Organicen eventos parroquiales, en sus decanatos; hagan presencia en eventos eclesiales y celebraciones propias de las parroquias o comunidades. Eventos en los que se exprese signos de vitalidad… Que esa juventud invite a más jóvenes a unirse, a creer, a trabajar. Juventud intermedia que invite a otra juventud.” Por último hizo énfasis en la necesidad de jóvenes involucrados en los trabajos de la quita etapa de la Misión Diocesana. Buscando el interés común y la conversión ante la Iniciación Cristiana.

En la reunión, también se presento y se entrego el subsidio que propone la Dimensión Diocesana de Pastoral Juvenil para trabajar esta Cuaresma y Semana Santa. Es el subsidio competente para Pascua Juvenil 2011. Algunos coordinadores de decanatos manifestaron el deseo de tener un taller de preparación a nivel decanato para la Pascua, lo cual se analizo y se paso a agenda las fechas.
También se dialogo la manera en que podría participar la Pastoral Juvenil de una manera más directa y organizada en la quita etapa de la Misión Diocesana que nos habla sobre la Iniciación Cristiana. Después, se presento la exposición y explicación de la estructura de la Pastoral Juvenil como parte de un sistema informativo que llega hasta cada uno de los grupos juveniles en toda la Diócesis.
Para finalizar, se manifestó rápidamente los puntos principales de las convocatorias para la Semana Santa de Misiones 2011 y el Curso para asesores de Pascua Juvenil. Se actualizo la agenda y nos dispusimos a dar gracias al Señor con la oración.




Subsidio para Pascua Juvenil 2011 ¡Cristo Vive! Reafirma tu Fe y Evangeliza


La vivencia del Triduo Pascual en nuestros jóvenes a través de la actividad “Pascua Juvenil”, es de gran impacto en la sociedad juvenil actual y un medio eficaz para lograr una evangelización entre los mismos jóvenes ayudando de esta manera a tener un encuentro con nuestro Señor Jesucristo.
Para dar seguimiento a la circular que en enero de este año recibimos de nuestro Sr. Arzobispo, la Dimensión Diocesana de Pastoral Juvenil, se ha dado a la tarea de preparar el material de subsidio para ayuda de las parroquias en la preparación de la actividad “Pascua Juvenil”, dado que a partir de este año el taller diocesano de formación para Pascua, quedo suspendido y pasa a ser responsabilidad de cada parroquia, buscando de esta forma una mejor organización ante los desordenes que nos vinieron presentando a través de los años en este apostolado.
De esta manera, buscamos que los eventos de Pascua Juvenil parroquial, sean autorizados y acompañados por los mismos párrocos y sobretodo que los jóvenes se integren  a vivir las celebraciones de Semana Santa en la parroquia.
Este material que presentamos como subsidio está dividido en 3 partes, para abarcar la preparación, la realización y la vivencia del Triduo Pascual con los jóvenes. De tal manera que la primera parte, es un Retiro Cuaresmal y una temática para el Domingo de Ramos que son exclusivamente para los equipos que organizan Pascua. La segunda parte abarca la temática para la vivencia del Triduo Pascual, y la tercera parte contiene los sentidos de cada día y la explicación de las celebraciones.

En nuestra diócesis dimos inicio a la Quinta Etapa de la Misión Diocesana con el tema de “La Iniciación Cristiana”, y por lo mismo los invitamos a enfocar nuestros trabajos tomando como lineamiento la iniciación cristiana, pero antes debemos tratar de motivarnos y buscar una conversión personal para poder revitalizarnos en la vida cristiana y  podamos ser mejores cristianos en nuestro tiempo. Por ello el valor de esta Pascua para trabajar es “la conversión”.
Que la vivencia de la celebración de Triduo Pascual en nuestros jóvenes y adolecentes, siga atrayendo sus corazones hacia nuestros Señor Jesucristo y hacia la iglesia, porque ellos como dicen los Obispos en el Documento de Aparecida: “representan un enorme potencial para el presente y el futuro de la Iglesia y de nuestros pueblos como discípulos y misioneros del Señor Jesús”. (DA n° 443)

Logotipos Pascua Juvenil 2011

Se manejaran estos tres logotipos como imagen para  Pascua Juvenil 2011