Ante la presencia de miles de fieles católicos duranguenses, con la presencia del Eminentísimo señor Nuncio Apostólico en México acompañado de los pastores de nuestra Iglesia local, se inauguró la Quinta etapa de la Misión Diocesana.
En su mensaje, el representante del Papa destacó que hay que mirar con optimismo nuestras raíces cristianas, para que valoremos siempre la grandeza de nuestro propio bautismo en el hoy de nuestra historia. Recordó además que los sacramentos de la Iniciación Cristiana son el bautismo, la confirmación y la eucaristía, y que estos son de vital importancia para la vida de fe de los creyentes, por lo tanto hay que entenderlos como una oportunidad para el crecimiento integral de la propia fe, de tal manera que nos arraiguen en el compromiso valiente y que nos constituya como testigos de Dios en el mundo, en la sociedad y en la familia.
El evento contó además con la presencia de todos los sacerdotes de la Arquidiócesis, el Seminario Conciliar, y participaron además los religiosos y religiosas de las diversas comunidades que están en Durango. Ante una Velaria totalmente llena de fieles católicos, el tema de la INICIACIÓN CRISTIANA resonó y se incrusto en el buen ánimo de los miles de corazones. Finalmente al terminar la Eucaristía se invitó a que los asistentes compartieran los alimentos que con anticipación se prepararon para todos los que asistieron a este importante evento, que resulto ser una extraordinaria fiesta de nuestra pastoral.
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